-Eres una niña hermosa, pero la hermosura no dura para siempre en este mundo, ven conmigo, donde yo puedo alojarte, nada puede hacerte daño.

-Es que… él me ha dicho, que nada de lo que tu dices es verdad, que yo debo de estar a su lado, y no al tuyo.

-¿Por qué crees que él tiene más razón que yo? Porque yo te miento y él te dice la verdad ¿Eh? Ambos podemos ser los mentirosos, pequeña niña.

-No, él no miente.

-¿Por qué?

-Porque le conocí primero, y me salvo.

-…….¿Y? ¿Le conociste primero, que criterio es ese?

-Es el destino.

-¿Crees en el destino? Pobre inocente….

- Seré inocente, pero soy feliz así.

-Bueno….dejemos estos temas de conversación, juguemos, he traído muñecas.

-Tampoco soy tonta…

-¿Cómo dices?

-Tu no quieres jugar a las muñecas a mi lado, quieres que yo sea tu muñeca, me lo ha dicho él.

-De nuevo su él….¿Qué más te ha dicho?

-Que eres una cáscara vacía, que realmente, es triste tu historia, que no elegiste ser así, que no quieres seguir viva.

-¿Qué no quiero seguir viva?…que tontería…

-Eso ha dicho él, no tienes nada, tampoco el deseo de vivir, porque estás vacía, al igual que tus palabras y tus sonrisas.

- Por eso es una tontería….

-Oh… no entiendo…

-No tengo el deseo de vivir, no tengo nada, no tengo vida, lo único que tengo, es existencia, por llamarlo de alguna manera, aunque tampoco es así, porque no tengo nada, una cáscara vacía, como has dicho, tengo mi cáscara,  pero como es lo único que tengo, quiero conservarla.

-Entiendo…. No me pareces mala….

- Es que no soy mala, tampoco puedo serlo.

-¿Por qué sigues existiendo?

-Porque… porque si, no hay motivo alguno fuera de ese, existo, porque si, sigo existiendo, porque si.

-Vaya… eso es triste.

-¿Lo es? Puede ser, si.¿Por qué vives tú?

-Porque, es divertido, me gusta jugar, comer hasta hartarme, saltar con mis botas en la lluvia, tomarme un buen vasito de leche antes de irme a dormir, todas esas cosas, me gustan.

-No entiendo el porque.

-Porque esas cosas….llenan mi vacío…

-¿Te gustaría vivir completamente sola?

- No, claro que no… a ti supongo que no te gusta.

-No vivo sola, y no creo que me importara.

-¿Con quien vives entonces?

-Con las máscaras vacías que han caído entre mis sogas y han sido arrastradas al abismo.

-Eso… son… personas vacías.

-Son como yo, ellos máscara en parte, y yo cáscara entera, pero nada diferencia realmente unos de otros.

-¿Por qué tu entonces, tienes la voluntad de traer a nuevas personas para volverlas seres vacíos?

-Yo no tengo esa voluntad, a mi me lo mandaron, y yo lo hice.

-¿Quién?

-El mundo, quiere que de una vez, se callen los humanos, son una raza ruidosa, y muy molesta, están matando lo bello que la vida ha hecho.

-Somos malos los humanos entonces, tu eres la buena.

-No, hay humanos buenos.

-¿Ninguno de los que han caído en tu abismo eran buenos?

-En mi abismo, no caen ni buenos ni malos, yo no puedo convertir a la gente en máscara, sólo ponerles una que ellos mismos han hecho, la gente vacía, no se opone a mi, y cae entre mis redes, pero ya vienen vacíos, yo no les hago nada, salvo darles un lugar donde estar, donde sufrir sus propios lamentos y un lugar donde compadecerse de si mismo.

-¿Yo… acabaré así…?

-Si quieres venir a mi reino, si, sino, seguiras como hasta ahora, quizás sola, porque no hay nadie con quien jugar en este mundo, porque todos están conmigo, o casi todos, y algún día, yo seré todo, en mi abismo yo, y fuera de él, sólo tu, así que vendrás conmigo, porque no te quedara remedio.

-Eso no es así.

-¿Cómo dices?

-No voy a estar sola, voy a estar con él.

-Cuando él vea que su voluntad no puede con el vacío, caerá dentro de este.

-No, él te ganara, porque aunque sea como una pequeña gota de agua en el universo, será algo, y tu, ya no estarás vacía. Para ganarle, tienes que quitárselo todo, para que él te gane, sólo tiene que darte algo.

-Cuando me gane ¿Qué hará? No tendrá por lo que vivir.

-Yo seré su razón de vivir.

-Si tu felicidad, si tu razón de vivir es una persona, acabaras siendo infeliz.

-Bueno, él ahora es feliz y su razón de vivir, es una persona.

-¿Quién?

-Tú.

-Oh…

-¿Qué pasa?

-Gracias…

-¿Por qué?

-Por considerarme una persona.

-De nada….¿Jugamos?

-¿No decías que no confiabas en mi?

-Ahora ya lo hago.

-Gracias….

-No pasa nada, disfrutemos de la compañía mutua.

-¿Sabes pequeña?

-¿Qué?

-Espero que él me gane.

-¿Por qué?

-Me gustaría, por un momento, sentir la semilla de su voluntad en mi, y por primera vez en mi vida, dejar de sentirme vacía.

- Juguemos…

-Es cierto… juguemos… he traído muñecas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario