Frases de Frey Bach.



La inocencia nos muestra el mundo no como es, sino como debería ser.


Mi voluntad me muestra el mundo como yo haré que sea.


Sería perfecto que mi historia acabara con uno de esos finales, demasiado buenos para ser verdad que aparecen en las novelas, que uno sabe que no son ciertos, pero que desea con toda su alma que hayan sido así.

Llegados a cierto punto, todos comprendemos que no tenemos ni puta idea de la vida.

Supongo que nuestra vida también podemos vivirla como si fuera una mentira, hasta que nos la creamos.

Me volví adicto a tus caricias, y con tal de tenerlas, encadené mi alma a ti.

No tengo ni idea de que es esa sensación que veo en la gente, cuando uno siente que no puede vivir sin otra persona, pero yo creo que uno mismo es el único sin el que no se puede vivir¡A los demás que les den por el culo!

Las cosas importantes de la vida, desaparecen cuando intentamos buscarlas.

Puede que lo que diga sean mentiras, pero niña, no tiene ni idea de lo bonitas que pueden llegar a ser las mentiras.

Que no os engañen esos libros engañosos o esos discursos llenos de palabrería bonita, la vida no es como en las películas, no somos dueños de nuestros actos ni de nuestras vidas, somos perros que como mucho, podemos elegir a que amo rendir cuentas.

No pequeña, no me alegra saber que tu llorarías por mi, me alegra en cambio que sonrías por mi, ahora, y espero que así siga siendo.

Sonríe. Vámonos de vuelta a las lunas de Júpiter, a ese lugar donde nunca llueve, donde no existe el cielo gris, donde no hay enfermedades, solo hay dragones.... dragones, príncipes y una pequeña princesa.

En esta ciudad, alguien vive, alguien muere, sin importar el momento.

La realidad puede ser asombrosa, pero tiene el inconveniente de ser real.

Nadie duda que los problemas deben solucionarse hablando, preferiblemente, yo solo digo que la violencia es una manera mucho más rápida y efectiva.

Algo que podría haber sido, pero que no fue, no fue, no hay más vuelta de hoja.

Cuando uno tiene un buen día, suele tener uno malo después. Pero las cosas no suelen darse al revés.

Este mundo es una mierda, tiene cojones que tenga que ser yo el que tiré por él.

De los dolores siempre saca uno un alivio y de los placeres un duelo con la conciencia.

Una vez vi a un viejo hablando tan alegremente con las plantas de su jardín. Intenté entender el porqué. Cuando me vi por vencido, me tiré a lo evidente. Supongo que no hay mejor porque para hacer algo que el simple hecho de que a uno le haga feliz.

Puedes pedirle a un perro que maulle, pero su maullido se parecerá bastante a un ladrido normal y corriente.




Voluntad/Inocencia.


-¡Vamos!-La niña le empujó hasta despertarle -¡Esto no puede ser! ¡Que eras tu el que iba a contarme un cuento para que me durmiera!

-Uff... si... pero entre que lo estaba inventando, me he sobado.-Dijo el chico, aún soñoliento mientras se reincorporaba- Pero no te preocupes...  ya te cuento yo uno ahora.

Ella esperaba, le miraba tranquilamente, con los ojos bien abiertos. No decía nada. Pero a él le parecía que la presión sobre su ser iba haciéndose casi palpable.

-¡A tomar por el culo!-Vociferó. Puso una mueca al ver a la niña- Ya... ya, el lenguaje.... pero es que sabes que yo no tengo imaginación de esa que tu tienes, esa es una capacidad para gente importante.

-¿Para gente importante?¿Por qué?-Se interesó ella por su nuevo estatus.

-El mundo es para vosotros, que tenéis imaginación, los demás, los que vivimos en nuestra realidad, estamos en este mundo porque alguien tiene que intentar construir vuestros sueños, sino, nanai-Sentenció él, convencido.

-Anda Frey, no seas bobalicón...-La niña, melosa, abrazó a su superhéroe particular. Para ella nada era mejor que Frey, ni siquiera los más impresionantes sueños- Tu eres el más chachi pistachi del mundo mundial.

Tanta jerga infantil dejó al camorrista en blanco. Con la mirada perdida, procesando la información.

-Seh...-Apenas alcanzó a decir.

-¡Frey, carai! ¡Que es verdad lo que te digo! ¡Que los imaginativos no mentimos nunca!-La chica había tomado esa decisión, como si una ley universal fuera.

-Ni hija no, vosotros inventáis, que es mucho mejor, somos nosotros los que mentimos como perros, directamente.

-¿Por qué los perros mienten Frey?-Le puso una mirada "cuca" al preguntar.

-Pues no tengo ni idea, pregúntales a ellos; o mejor que no, porque seguramente te mientan-Asiente varias veces, suponiendo que la chica no entendería la esencia de su comentario.


-¡Pues lo miro en un libro! Yo no me quedo sin saberlo-Se indigno ella ante la posibilidad de quedarse con la duda-¿Lo habrá en algún libro, no? Mi mamá decía que todo cuanto existía estaba escrito en los libros...¿Es verdad?

-Pues no se que decirte, para cuatro libros de debo de haber leído. Supongo que los libros siempre cuentan "grandes verdades del mundo" aunque normalmente no sean de este mundo...

-¿Hay más mundos que este, Frey? Que cosa más increíble.

-Si... los hay, uno por cada persona con imaginación... ¡Y que digo uno! Por cada uno de vosotros ¡Cientos!


-¡Ualaa!¿Hay cientos de mundos para mi?-Él ya la había llamado princesa alguna vez, pero soberana mundial, era otra cosa.

-¿Para ti? -Sonrió él, tierno- Oh pequeña... para ti debería de haber miles.

-¿Y por qué?¿Por qué yo soy especial?

-¡Pues porque te lo digo yo!¿Necesitas más razón que esa?-Dijo convencido.

-No, la verdad que no. Si tu lo dices, me lo creo.-Convencida también.

Ambos se quedaron en silencio.

-Frey... ¿Aún sueñas?

Él negó.

-Entiendo....-Su voz denotaba tristeza- ¿Es por el candado que llevas al cuello?

Asiente.

-Vaya¿Me cuentas la historia de como llegó allí?

-No hay mucho que contar. Iba de allí hacía allá, bebía, fumaba, alguna pelea que otra, entre medias alguna fulana casi desconocida. Alegrías rápidas y días largos. Un pozo en mi mismo que cada vez se hizo más grande. Acabé siendo como un ser sin alma, hacía cuanto me pedía el cuerpo, nada más. Parece ser que nuestro dios, cuando te quedas sin ese regalo que él mismo te ha dado, decide que has de desaparecer. Pero como matarte sin más sería muy brusco, te pone uno de estos, y deja que te mueras poco a poco. Incluso yo, mírame, acabé con uno, como todos mis familiares, amigos. Todos.

-¿Todos vosotros os moris poco a poco?

-Yo no, tengo al voluntad suficiente como para negarme a que un frío cacho de metal me joda. Ellos hace tiempo que la palmaron. Puede que incluso veas a sus cuerpos caminar por la calle tranquilamente, como personas normales, pero si te fijas, verás que tienen las miradas vacías, porque tienen sus vidas vacías. Sin alma, no hay nada.

-Que miedo...

-Y que lo digas, parece una de tus historias.

-¡Que va! Mis historias son siempre mucho más alegres, y tienen final feliz, no como esta.

-Pero espérate mujer, que esta aún no ha acabado.

-¿Y tu crees que acabará bien tu historia?

-Yo creo que acabará, que ya es bastante. Pero hay otra historia que me intriga mucho más.

-¿Cual?

-La tuya.

-¿La mía? ¿Por qué?

-Porque es más interesante.

-¿Mas interesante?¿La mia? ¡Si tu todo el día estás haciendo cosas requetemolonas!

- Que va... hago cosas muy vistosas, pero no tienen nada de "requetemolonas". Porque yo estoy limitado a la realidad, porque mi historia tendrá un final, un final normal y corriente, sin nada de especial. Y al menos, busco hacer lo más especial posible el camino.

Ella puso una mueca.

-Pero tranquila. No te preocupes. Yo se que tu imaginarás un final perfecto para mi historia¿Verdad que lo harás?¿Verdad que será una historia perfecta?-Se quedó callado. Abrumado por un momento por una sensación desconocida- Sería... increíble, que mi historia tuviera un final de esos bonitos, que no te crees, pero deseas que hayan pasado¿Verdad qué me lo darás?

Ella le sonrió. Y él le dio a ella su destino.


Otra canción saltó a la lista de reproducción de su MP4.

I'm here all alone
Still wait by the phone
The hours go by
What else could I do but to cry

I call and I call
Just to make things right
Have I lost the fight
Where were you last night

Frunció el ceño.”Que canción más deprimente” Pensó. Entro en la casa. No saludo, no solía hacerlo.

-Cariño, no fae falta que me esperes pa cenar-Dijo él antes de beber directamente de la botella de agua. Una vez había llegado a la cocina.

-¿Y por qué no?-Pregunto “ella” apareciendo por la puerta.

-Pues porque ya toy aquí, evidentemente -Respondió “él” con una sonrisa socarrona.

-¡Ja! Vienes gracioso hoy por lo que veo- “Ella” estaba cansada. Se notaba.- Menudas horas. Te quería esperar....¿De donde vienes?

-¿Te importa mucho? Sabes que no me gusta que me controles-Espetó. Quizá si ella hubiera preguntado en otro orden, la cosa hubiera sido distinta.

-No te controlo... pero por favor... es una pregunta normal y corriente.

-Está bien. Del parque de invierno. Quedé allí con estos. Íbamos a dir pa allí a tomar algo... unes sidres...algo así... ya sabes que yo no soy muy de beber... de todas formas.

-Solo faltaba eso. Que fueras alcohólico. Es lo único malo que te falta.

-¿Lo único malo? Anda, serás tu perfecta, no te jode.

-Sabes a que me refiero. Me entiendes perfectamente-Se acercó un poco, algo temerosa aún así. Era difícil acercarse a “él”

-Pues no, no tengo ni idea. Algo que no dices, no puedo entenderlo-Bufó.

-Si habló de más sabes que te quejas....

-Si hablas de más de tus gilipolleces, si, naturalmente.

-Por favor... otra discusión más, no... por favor.

-Va... me largo. Voy a emborracharme.

-No, no deberías. Sabes que realmente estás enfermo...Perdona... por lo de antes. No vayas-Pidió, suplicante. Como solía hacer.

-Como solía decir mi güelu “Tu cabruña por los tus fierros”-Se fue.
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La música del local era bastante pegadiza. Se le hacía raro encontrar un lugar en el que escuchar algo de Rock and Roll. Sobre todo en Oviedo. Allí todo era mas “Pijo”. De todas formas, tampoco es que en ese momento estuviera atendiendo demasiado a la música. Tenía una charla bastante interesante desde hacía un par de horas con su amigo “Jack Daniel's”. Y haciendo alusión a su gran compañero esa noche, tomó la sexta copa de la noche. Puso una mueca. No le gustaba el sabor. Ni le gustaba la sensación de embriagadez. A decir verdad, no le gustaba nada del alcohol. Pero aún así, bebía. Bebía y pensaba en ella. Siempre le había sorprendido su capacidad para quererla a la distancia y detestarla cuando la tenía delante. Suspiró. Miró el reloj. La hora ya no tenía sentido. El reloj debía de equivocarse. “Él” habría jurado que iba ya rato que el tiempo se había parado. Pero no, parece que no esperaba por nadie.

-Joder... tendría que largarme ya... o no...

El camarero le miraba. Estaban cerca, era normal. Pero él lo tomo como una invitación a hablar, o a que pidiera algo, o a que se largara de una vez. No lo tenía realmente claro.

-Ponme otra...-Dice finalmente. Aunque la verdad es que no tenía intención de tomársela. Se empezaba a encontrar realmente mal.

El camarero le miraba.

-¡Canta claro! Piensas que soy un borrachuzo cualquiera... hay que joderse.

-Yo no he dicho eso... simplemente, ha debido de tener un mal día- Observó el currante, novel, como se notaba a primeras vistas.

-Ya te oí navaya...-Suspira- De todas formas... si, he bebido demasiado. Viene siendo hora de irse a casa.

En casa estaba “ella”. Eso le asustaba. Tener que aguantar que le miraba de aquella manera. Que a pesar de todo le compadeciera, que le quisiera y que le abrazara. Le daba pánico esa situación. Bueno, por otra parte, quizá el alcohol ayudara. Pasara lo que pasara, algún día tendría que volver, evidentemente¿Por qué no en aquel momento? Se decició, así uso algo de dinero sobre la mesa. Se dio la vuelta y se fue hacía la puerta. Le dio al impresión de ir haciendo eses. Tampoco estoy tan borracho, pensó.

-¿Está usted bien?-Le dijo el joven desde la barra.

-Claro...-Dijo más para si mismo. Valía más creerlo que averiguarlo.

Se le nubló la vista.

-Vaya....

Un vuelvo al corazón. “Mal de amores”Se dijo para si mismo, medio sonriendo. Cayó de rodillas. El local entero le miraba, en silencio. Mientras la última canción que “él” escucharía ese día llenaba el ambiente.

I will not die
I will survive

I will not die, I'll wait here for you
I feel alive, when you're beside me
I will not die, I'll wait here for you
In my time of dying

¿Qué es esto?¿Una broma? Joder... la puta canción” No llego a decir esas palabras. Se desmayó.
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Ella” se acercó a “él” y le echó los brazos alrededor del cuello. “Él” apartó durante un solo instante la cara, evitando sus labios, la besó friamente en la mejilla. Clavó sus ojos en “ella” durante un segundo, suspiró y la abrazó, con torpeza, con reserva y delicadeza. La culpa era tan grande que incluso le dolía. Por eso dejó de mirarla. “Ella”se separó, apenas unos centímetros. “Ella” quería algo, un gesto, unas palabras. Pero no dijo nada. No hizo nada.
Ella” le soltó, agachó la cabeza.
-Por supuesto -dijo de repente- Tu nunca mostraras tu afecto.
-Pequeña.... -Musito él- Yo...
-No te conozco,lo se, tanto tiempo juntos, y aún no te conozco -estalló, interrumpiéndole-. ¿Y qué más da? Te quiero. Nada puede evitarlo. Nada.
Él” callaba.
-Sí. Te quiero. Ya lo sabes. Me da igual decírtelo, no tengo vergüenza por ello. Te quiero desde el primer momento que te vi.
Finalmente dejó de hablar, a pesar de lo que dijera, si estaba avergonzada.
Estaba frente a “él”, y al chico no se le escapó la realidad. Esa situación le superaba, no tenía claro que decir, siempre había sabido contestar a cada pregunta que le habían hecho. Pero “ella” no preguntaba. “Ella” hablaba de unos hechos que eran superiores a la razón de “él”.
-No dices nada- No preguntaba. Afirmaba.- Me lo esperaba.
Estoy agotado, y aún me encuentro débil, se dijo para si. De no ser porque estoy tumbado, seguramente me habría caído al suelo. En esta minúscula habitación no puede escaparse uno.
-Ven aquí, anda-Se atrevió a decir al final el chico.
Obedeció. Se sentó lejos. Demasiado cerca, pensó “él”.
-Cuando lo supe – rompió con el silencio- Cuando supe de lo que te había pasado, salí corriendo de casa como una loca, corrí a ciegas, sin prestarle atención a nada ¿Sabes qué pensé? Que esto debía de ser una broma... y no lo digo por lo de tu corazón... esto... tu, el que yo te quiera, esto debe de ser mentira... he perdido la razón por ti... ya no soy nadie sin ti... tu existencia misma me envenena ¿Y sabes? A pesar de todo, aquí estoy. Porque deseo tu veneno.
Él” guardó silencio. “Ella” sufría por su silencio. Lo sabía, pero tampoco habría sabido que decir.
-Si al menos fuera un veneno físico-siguió- al menos sabría que esto algún día se acabaría. Pero no, tu veneno va a estar siempre conmigo, porque yo siempre voy a estar contigo.

No se que decir. No se como expresar lo que quiero decir. Se que mis palabras no serían suficientes, pero que no puedo hacer más. Eso debe de pensar ella conmigo. Ahora la entiendo.... Nunca más la odiaré por sus palabras de más.. Nunca.
Yo no he luchado por “ella”. Ya me la había ganado sin hacer nada. Ella en cambio, lo ha dado todo, he incluso siente que no ha sido suficiente.
-Que vergüenza-Reconoció la chica.
Él”, como no, callaba.
-¿Acaso esto no debería ser algo bonito? Esto es asqueroso.... es una dependencia total de ti... y mira, aún así.... es la única manera de ser feliz. Pero es un veneno.... de igual manera que uno estaría dispuesto a todo por un antídoto... yo estoy dispuesta a todo por ti. A todo. Incluso a la humillación.
- No sigas, por favor.
- Es así. Me he humillado. Diciéndote todo aquello que sentía, rompiendo ese voto de dignidad que me obligaba a sufrir en silencio.
Calló de nuevo. Agachó la cabeza.
    -¡Mírame!- Grito “ella”, echándose a llorar.
La miró.
-Dime algo... ¡Tu lo eres todo para mi! Y podría estar contigo pese a todo... pero...dime algo...¿Que soy para ti?
-Todo. Simplemente, todo.
-¿Todo?-Ella cerró los ojos. Las lágrimas finalmente resbalaron por sus mejillas.
-Todo. Nada menos. Todo. Y nada más.