El mundo que se abre.


-Creo que el cielo se nos va a caer encima. De un momento a otro.

-Llevas diciendo eso de un momento mucho tiempo.

-Es que un momento puede ser mucho tiempo.

-Pues vaya.Eres bastante pesimista¿No crees?

-¿Pesimista? Es lo que me toca. Soy una muñeca, estoy sucia, rota, y tirada. Es normal que no lo vea todo de color de rosa.

-Es posible. Pero eses una muñeca bonita.

-¿Y eso de que me sirve?

-Pues no lo se, pero eres bonita.

-Gracias, supongo.

-Nada mujer.

-¿Y tu eres, por cierto?

-¿No me reconoces? Supongo que no, si preguntas... Soy el artesano de la primera pareja de muñecos

-Huau..."Mi padre"

-Si bueno... algo así... yo me refería a otro tipo de muñecos, pero también puedes considerarme tu padre, ya que estamos.

-¿Cómo son tus muñecos?

-Algo defectuosillos, no nos vamos a engañar. Tengo poca maña para las manualidades. Me quedó mejor el concepto que la realidad.

-¿Por qué defectuosos? Explícame como son... tenemos tiempo.

-Tenemos un momento...¿No?

-Exacto.

-Pues son... bastante bonitos, eso si, perfectos por fuera. Y vacíos por dentro.

-Como todos los muñecos¿No? Yo misma... soy bonita, tu lo dijiste. Pero estoy vacía por dentro. Si son bonitos, pero vacíos, son perfectos.

-¿Tu eres la muñeca perfecta entonces?

-No, yo ya no, porque estoy rota. Pero mientras estaba bien, lo era.

-Eso no me gusta... y eso quise corregir en mis muñecos... no quise que fueran solo perfectos mientras no estuvieran rotos... quise que fueran perfectos siempre... que fueran únicos e irreemplazables. Por eso les puse un bonito exterior, y dejé vació su interior, pero no para que se quedaran así, sino para que lo fueran llenando ellos poco a poco, cada uno con una cosa... y bueno... pusieran su toque en su propia creación.

-Huah...¿Pero qué pasó?¿Por qué se quedaron vacíos?

-Pues no lo se... porque con algunos funciono. Pero vamos, una triste minoría....

-Quizá los motivaste mal... quizá los hiciste demasiado perfectos por fuera... y se conformaron con su perfección... no anhelaron nada más... se quedaron mirando a su reflejo en un espejo.

-Quizá si... yo creo que no hice bien casi nada... ya te dije... me quedó mejor el concepto... eso si, ellos hablan de si mismos usando el concepto que yo creé para ellos, aunque no se parezcan a ese concepto una mierda. Pero bueno, nadie es perfecto.

-Siempre puedes intentar volver a hacerlos.

-¿Y abandonar a los que ya tengo? No...

-Entonces...Ayuda a los que ya tienes a completarse...

-Los ayudaré, en tal caso, a que se completen a si mismo. No se, ya veré.

-Mucha suerte vas a necesitar.

-Tiempo, voy a necesitar mucho tiempo. A ver si lo consigo antes de que se caiga el dichoso cielo...

-No te rías de mi.

-No me rio. Tranquila... lo decía enserio.

-Ah... bueno, pues¡Tienes un momento, entonces!

-Ya... uf, menos mal que un momento es mucho tiempo.

-¿Nos veremos alguna vez más?

-Puede... pero en otro momento.

-¡Ahora si te ríes!

-Si, ahora si, porque estoy contento.

-¿Por qué?

-Porque tu eres como se supone que serán mis obras, que aún después de rotas, permanecen perfectas.




Leyendas de "La pureza del Infierno" /2/ La luna.

Hubo una época, en la que los dioses del bien, avergonzados por su penoso resultado en la Tierra, decidieron dejar a los habitantes de ese planeta a su suerte.

Hay que decir, que por aquel entonces, los humanos vivían como salvajes, mataban, violaban, robaban... todo era una barbarie. Cada vez se acercaban más a los demonios que los iban poco a poco corrompiendo.

Solo la imagen de la "Pura Princesa de los Hombres", una chiquilla que no albergaba maldad en su corazón, mantenía con un fino hilo el destino y el alma de la humanidad sobre los abismos del Infierno. Pero no era nada fácil ser la última esperanza de un lugar donde nadie quiere ser salvado. Ella misma, veía como se transformaban los hombres en bestias, y no por comida, como en el antiguo mito griego de Circe, sino por su propia inmundicia. Pero aún así... aguantaba.

Y poco a poco, ella, al ser vista por los hombres, al ver una imagen tan pura de la real esencia humana, retornaban a su estado de seres del bien...

Pero tenéis que saber que el mal nunca duerme, no señor. Y una de las deidades de la maldad, no viene al caso decir cual, mató a la pobre niña, condenando así a la humanidad a su irremediable final.

Gracias a Dios, Kerrian Rahel, haciendo gala de su poder, y sabiendo que tal crimen había sido un acto injusto, alzó de los muertos al alma de la princesa, y para evitar que nunca más fuera destruida, la colocó en el cielo, lejos del alcance de todo mal. Y así creó a la Luna... de forma que los que aún fueran humanos, pudieran ver su propia alma reflejada en los cielos...

Te pregunto, a ti, pequeña...¿Aún eres capaz de ver tu alma reflejada en el cielo?

-Aeneas.

Leyendas de "La pureza del Infierno" /1/ El sol.

Cuentan las historias, lejanas y olvidadas, que el Sol que nos alumbra, nuestro mentor, no es más que un antiguo prisionero....

Al principio de los tiempos, había todo tipo de seres, incluso vivían una raza de seres, que eran los ahora llamados soles, el nuestro era el más joven, un muchacho, no mucho mayor que tu, radiante él,je, como no. Anhelaba la compañía de sus hermanos, separados de él por mandato divino... A veces, no podemos comprender las decisiones de los dioses, pero desde luego, tampoco podemos cuestionarlas... porque para empezar no solemos cuestionar las nuestras.

Bueno... el caso es que aquel muchacho, buscó por cualquier medio llenar ese vació que sentía. Y resultó que encontró seres vivos, cerca de él, al alcance de su mano. Pero al acercarse, lo redujo todo a cenizas, como no, es un sol. Triste por las consecuencias de su existencia, pero a la vez, necesitado de afecto, no puedo evitar ir en busca de más seres, siempre con idéntico resultado. Curiosamente todos sus hermanos, en confines lejanos del universo hacían lo mismo, destruyendo toda vida posible.

Así que, el gran Kerrian Rahel, supremo representante de la justicia divina selló a todos los astros existentes, confinándolos toda la eternidad en una prisión de luz, que se alimenta de la propia energía que emiten. Aún así, como el nuestro es un Dios gentíl; los puso a tal distancia unos de otros de forma que los atros pueden verse entre si, y al menos tienen eso, esa imagen...

Y lloran, claro que lloran por su soledad, por su angustia... pero es necesario así...sus lágrimas nos forman a todos nosotros. No somos polvo de estrellas, somos lágrimas de soles, nacidos de una necesidad total de compañía de nuestros semejantes. Quizá ahora entiendas muchas cosas... como el porque los dos nos necesitamos... porque solo nos completamos uno al otro.... quizá lo entiendas.

Una pena, pero...a veces el mal de algunos es el bien de todos. 

-Aeneas.