La última flor esmeralda.


Tengo realmente la impresión de que si dijera todo lo que se me pasa por la cabeza sobre la gente a mi alrededor,sobre mis más estimados amigos y familiares me quedaría totalmente solo.


Conocidos, compañeros, gente que se hace llamar amigo pero a la que casi no conoces, y lo que es peor, casi no te conoce a ti; personas con las que apenas un par de palabras han bastado para saber a la perfección como son, como piensan y como sienten cada segundo de sus vidas, simples personajes de una obra que hace mucho tiempo que ha fracasado.


Amigos de verdad que son poco más que unos simples extraños, personas ajenas totalmente a nuestro modo de ver la vida y la manera de dirigir esta por unos cauces predeterminados por las lineas discontinuas de nuestro pensamiento.

Puedo recordar con absoluta fidelidad sus caras de desaprobación o sus ojos de espanto ante mis escabrosas teorías sobre la inferioridad del pensamiento ajeno, con reproches mal sonados y frases vacías que ni siquiera tienen la intención de decir algo. Sonidos emitidos por unos labios que se limitan a decir palabras que han sido pronunciadas por una mente que no es suya. Opiniones que se convierten en leyes de masas, que son dogmas tan irracionales como la fe ciega en que un Dios salvador nos perdonará nuestros pecados.

Malas hierbas sembradas por la ignorancia o la absoluta dejadez al pensamiento; malas hierbas que no se limitan con echar sus raíces corrompidas a la tierra de su alrededor y envenenarla con su mala toxina, sino que intentan carcomer también a las pocas flores que están al alcance de su vista, flores de esmeralda y rubíes que no sólo saben de su belleza sino que reflejan lo horribles que son los demás.

Por eso tuve la impresión en su día, de que uno de los grandes aciertos en mi vida fue la decisión de atar mis impulsos sobre la situación del jardín de la vida en la actualidad.

Porque si dijera mi verdadera opinión me quedaría solo.

Pero...

Que sería de la verdad si por ella no fuéramos capaces de hacer un pequeño sacrificio.

2 comentarios:

  1. Me encanta que te ates la lengua y luego sueltes todo esto.
    Es una de las cosas que hacen que te quiera.

    "...una obra que hace mucho tiempo que ha fracasado".
    No te apagues en tus sombras, ayúdanos a escribir otro guión, o escríbelo tú solo ¡pero hazlo!

    Dominar la ciencia o la sabiduría es lo fácil, lo difícil es conseguir de ello algo con eso que no existe llamado "sentimientos".

    Los pecados solo nos los perdonamos nosotros, la fe se creó para que hasta el más impuro tenga ganas de vivir ¿por qué ha de vivir este último? ¿y por qué no?

    Escupe a la cara a quien quieras con tus palabras, pero no todo el mundo nació para morir, y nada más. Y te juro que el mundo es muy grande. ENORME.

    Verdad. LA verdad, no tu verdad. Nunca lo olvides.

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  2. Las palabras deben de ser dichas para quien quiera escucharlas, a los demás que simple y llanamente les jodan.

    Y por eso digo de vez en cuando 4 palabras entre si con cierta concordancia para que la gente se entere de cierta opinión personal.

    Me gusta esto del blog, lástima que algún día alguien leerá esto, dirá que es verdad y no se dará cuenta de que es una crítica contra ese tipo de personas, que no ven la verdad ni delante.

    Aún así, yo digo la verdad.

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