“Bebo para olvidar que soy un borracho”

                                            Antoine de Saint-Exupéry - El Principito.





“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.”
                                  
                                             Antoine de Saint-Exupéry - El Principito.










Hay dos tipos de personas en este mundo. Solamente dos.


Quizá parezca una generalización demasiado azarosa y dicha porque si, porque queda bien con lo que trato de decir, de verdad os puedo asegurar que he pensado cada palabra, cada coma en lo que digo y en cada sentido de cada letra que forma mi opinión.


De estos tipos de gente os hablaré.


De esa gente que vive para su desgracia, que siente la vida sólo cuando es amarga. Sentir algún tipo de satisfacción oculta y prohibida ante mis ojos que no llega mi mente a concebir. El percibir placer del regocijo del sufrimiento, el hacer de cada posible momento bueno una agonía, el ver que los demás saben lo que tu sientes, que ese dolor que desprendes se arraiga en cada tramo de su cuerpo, una busqueda de atención que no lleva a ninguna parte. Una forma de vivir la vida que consiste en menospreciar lo bonito de esta. La elección de existencia de las masas, de la gente sin motivaciones propias, que guían su vida por las frases bonitas de las películas que le han impactado, que no se han dado cuenta de que todo eso es ficción y que en la vida no hay tomas falsas, que cada segundo de llanto es un segundo en contra del reloj de las risas y la alegría.
Esa gente que es amiga sólo de su penuria, que comparte con conciencias ajenas momentos vividos de forma dramática, que pudiendo encontrar la felicidad a la misma puerta de su casa prefiere llorar de melancolía por sensaciones que no son suyas, solos, abrazados a sus rodillas y a su autocompasión cada momento de sus vidas y hasta que eso ya no puede ser siquiera llamado persona.


Gente que llora por no tener aquello que ha dejado pasar por estar llorando.


Gracias a todo lo que se pueda agradecer, hay otro tipo de personas. Gente que es feliz porque lo tiene todo o gente que es feliz sin tener nada. Que aprovecha cada latido de su corazón para mantener un sentido verdadero en su vida, una vitalidad que hace que todas las cosas tengan su sentido, gente que es fiel a si misma y que intenta hacer cosas por el bien de su felicidad, lo que acaba dando una orden inquebrantable a los labios de los de su alrededor que niega cualquier otra opción que la de sonreír. Gente más o menos fuerte, que quizá a veces caiga en un momento para enseguida darse cuenta de que el suelo no es su lugar, de que las lágrimas de los otros en esa habitación cerrada pronto lo van a ahogar. Gente que centímetro a centímetro llega a las más altas cimas de la virtud. Unos extranjeros en la ciudad de los tristes que sólo hacen una parada para dormir en el lugar para por la mañana con el sol irse lo más lejos posibles hasta donde sus ambiciones les lleven.
Personas que tienen algo tan olvidado como la gratitud, que la sienten por cada segundo e instante que se les ha regalado, que aún con solo tener una estrella en el firmamento se alegran de mirar al cielo porque no solo saben que ahí, en algún lugar estará su estrella, sino que las miles y millones de estrellas para él ajenas dan un significado y sentido a la gente que se ha atrevido a mirar al cielo y las constelaciones en vez de ver únicamente las lágrimas en sus ojos.


Esa gente a la que hoy, humildemente, cosa realmente extraña para mi, doy gracias. 
Porque se, que cada vez que yo miro mi estrella, miles de personas miraran la suya.








Finalmente...
                     ...deben saber todos aquellos que lean esto y no tengan idea de lo que les hablo,  que               tienen que estar tranquilos, porque algún día la tendrán.

2 comentarios:

  1. Quizá, apartando nuestra estrella, también podamos ver la tuya en el mismo instante.

    Sin duda hay víctimas por todos lados, pero para nuestra suerte también existe la gente positiva que sabe que hay algo más allá que su ego. Menos mal ¿no?

    Me ha encantado, así de simple. El detalle de las frases de El Principito... Geniales :3

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  2. Hombre, es una simple cuestión de opiniones, por suerte no hay nada que no deje claro, creo.

    Y gracias, Clarita Bonita.

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