La mayoría de las personas que conozco escriben cuando les pasa algo importante, cuando tienen un pensamiento revelador o incluso cuando simplemente ven algo por la calle que les llama la atención. Escriben palabras, una detrás de otra para intentar explicar la sensación o a la idea que llegaron por aquel acto quizá cotidiano o ajeno pero que les resulto ilustrador.

Lo que me resultó a mi ilustrador es que hoy, en todo mi recorrido por las calles de mi ciudad, no vi nada que me importara ni que me llamara la atención.

Y lo más sorprendente, es que no me sorprende en absoluto.

2 comentarios: