Cien pasos entre el vacío.


Y con tal de tenerlas....

Quería tener el mundo entre mis manos.

Viviendo para mi mismo, solo con  mi libertad y propia compañía.

Viendo el mundo como un lugar lleno de "Nadies casi perfectos" que por la simple arrogancia de querer ser alguien acabaron en los pozos con la escoria.

Lejos de todo eso caminé sin descanso entre una bruma espesa y fría.... nada había en la bruma, salvo una figura femenina.... una silueta que a cada paso que yo daba, más se difuminaba.

Quería tener esa silueta entre mis brazos. Quería tener el mundo entre mis manos... pero no puedes atrapar algo que no es real... así que me rendí a ella... Un único instante, un único momento en el que mi voluntad cayó... y fue para ella suficiente.

Más helado su tacto que la bruma... posó con cuidado sus manos en mi cuello... y durante ese segundo, el mundo, mi mundo, estuvo entre sus manos...

Entonces acepte el sentir, en un último intento de vivir... y sentí... sentí cada eslabón de la cadena marcando mi piel... el peso de esas cicatrices que desfiguraban mi alma... el primer roce y la primera caricia tuya... el primer beso...

Sentí mi aliento, ahora extraño... sentí por un momento mi propia vida...

Me lo entregaste, en tan solo un segundo... me entregaste el mundo, mi mundo... y yo, tonto, sin pensarlo siquiera una fracción de segundo... te lo devolví..

Retomé lo que siempre fui, un adicto a algo que me era ajeno... adicto a algo que no era necesario en mi mundo...

Me volví adicto a tus caricias... 

Y con tal de tenerlas, encadené mi alma a ti.

1 comentario:

  1. Ciertamente creo que por mi falta de expresividad y carencia de vocabulario no te haces una idea aproximada de lo que me gusta este texto.Pero todavia hoy me lo he leido 3 veces,me encanta.Me encanta mucho...

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