La vida es como una carretera recta en la que solo existe la opción de avanzar.

Las múltiples posibilidades que se abren ante nosotros en cada segundo son meras ilusiones, no son nada, realmente solo existe el momento vivido y no el que podría haber sido, el que podría estar siendo o el que podría algún día ser.

Y avanzamos, acercándonos a encontrar el sentido de nuestra vida. Un sentido útil solamente un segundo, solo un instante. El último instante de nuestras vidas.

Ese segundo será como un examen, una prueba que nos hará repasar cada momento de nuestra vida.

Una prueba que nos hará una sola pregunta, a que deberemos contestar, admirando la totalidad de nuestras vidas si sencillamente, esa que será nuestra vida, ha merecido o no la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario