Estarás asustada...¿Donde se ha quedado mi alma? Yo, el que era digno de alabanza.. Se dejó caer tan rápidamente en esa demencia que se aferraba a mi ... Busqué demasiadas respuestas aún cuando no me había atrevido a formular la pregunta... me adentré voluntariamente en una noche eterna... Donde esperaba encontrarte...

Pero en esa oscuridad ya no podía ver tu sonrisa, aunque en el fondo sabía que ya te habías ido, para siempre, pero de verdad... añoraba tanto tu sonrisa... la que me hacía reponerme a todo... no sirven de nada las soluciones a un problema que ya ha ocurrido... que ya ha expirado.. una vez caducado el tiempo mismo... solo me queda su recuerdo... solo me queda tu recuerdo.

Quizá quería perdonarme por no haberte podido salvar... aunque se que no me guardas rencor...Pero ahora, ya no le encuentro sentido. Por eso dejé mi armadura enterrada, mi espada en su vaina, por siempre... Eso me dará fuerzas. Confianza en mi mismo de nuevo. Siento que recupero mi esencia. Yo no soy ningún espíritu de venganza... yo solamente quería verte, Anyela...

Los discursos no son lo mio... y más delante de una lápida... es difícil sincerarse ahora... Mejor tarde que nunca, dicen... Pero yo no lo creo... los momentos, las personas se van... incluso yo me iré en algún momento... y estaré contigo, en ese sueño eterno... como los de esas mañanas contigo... mira... incluso ahora me haces sonreír.

Creo que es hora de irme ya... Descansa en paz, y sigue cuidando de mi, estés donde estés... yo seguiré contando tus estrellas.

-Aeneas.